Hazlo...ya

Ríe como si estuvieras loco, como si no hubiera otra cosas que hacer en la vida. Escucha la música que te traiga sentimientos perdidos de tu infancia. Abraza a tus padres y agradéceles la vida que te han regalado. Dí "te quiero" más veces. También pide perdón más a menudo. Llora como cuando eras un niño y no te importaba que te viesen hacerlo. Anda descalza por tu casa. Deshazte de todas las cosas inservibles de tus cajones. Quédate más tiempo bajo el agua de la ducha con los ojos cerrados, sintiéndola caer por tu cuerpo. Viaja en tren una vez cada cierto tiempo, donde sea, sin rumbo. Juega con los niños como si fueras uno, ellos lo necesitan de ti y te lo agradecerán siempre. Levanta tu mirada al cielo y observa todos los atardeceres que puedas, te sorprenderán las cosas que se pueden pasar por la cabeza. Come más a menudo pero más sano. Agradece algo todos los días, al levantarte y al acostarte. Deja que los animales te disfruten, déjate querer por ellos. Deja que el viento despeine tu peinado. No intentes controlar nada porque así perderás el control de todo. Maquíllate como quieras aunque no sea fin de semana y vístete de igual manera. No busques la felicidad como una meta que alcanzar, la felicidad está en el camino y en la rutina de todos los días. Piensa en la muerte pocas veces pero hazlo, ello te ayudará a bajar tu ego. No mendigues amor, no tienes que ganar un puesto en la vida de nadie, no es una competición. Lo único que puedes llevarte cuando mueras son experiencias y conocimientos, lo demás se queda aquí, así que vigila tus ambiciones. Lee mucho, de lo que sea, pero lee y serás invencible. Siéntate el sillón con gominolas y mira películas antiguas. Viaja una vez en avión. Sé inmune a los halagos y las críticas. No critiques nunca a nadie sin conocerlo. Dí lo que sientes aunque duela, en el momento, sino te enfermará. Perdona, por ti, no por el otro. Hazlo....ya. Hoy. Ahora.