Si no escribiera, Moriría

Escribir es lo único que quiero hacer en la vida. Nunca nada se me dio mejor que escribir, porque escribiendo suelto la mujer que hay en mí, sólo escribiendo me desenvuelvo conmigo misma, escribiendo consigo no odiarme. Ya no soy la misma cuando lo hago, ni siquiera a veces me reconozco cuando dejo que las palabras fluyan. A veces no tengo sobre qué escribir y a veces me sobran motivos. A veces me pilla la inspiración desprevenida y a veces no logro encontrarla. Es un poco como mi vida, caótica, impredecible, cambiante. Escribir se asemeja a vivir. Y a morir. Porque cada vez que termino un escrito, muero un poco. Y me gusta sentir que es así. Morir un poco cada vez que escribo. Si no escribiera todo lo que siento, moriría, porque mi interior es una bomba siempre a punto de estallar. Soy una mujer que ha perdido su cordura como quien pierde las llaves: quizás ya no vuelves nunca a encontrarlas.Quizás es que soy dada a perder cosas en la vida. Pero qué es la cordura? Realmente se puede perder algo que nunca has tenido?...a lo mejor es que hay que perderla para encontrarte.Quizás es que ya no quiero tenerla en mí, para que me deje libre, me deje morir en mi locura, aletargarme sin demora en la falta de cordura. En esa falta de cordura me siento caótica, perdida, asustada, pero sin ganas ya de aparentar, me siento más yo, en la locura me siento más auténtica, sin cadenas. El cáncer y el amor me han matado un poco. Siento que llevo 40 años dormida y acabo de despertar de un sueño, donde escribir me ha ayudado a despertar. Quizá es que eso es la vida, un sueño del que se despierta o se no se despierta.