Mi día Mundial contra el Cancer

El día mundial contra el Cáncer me pilla cansada y con la cabeza envuelta en una toalla. Acabo de lavar mi pelo. Mi pelo. Ese pelo que un día perdí por el cancer. El cáncer me quitó mi pelo, mis hijos, mis órganos, mi regla. Me quitó años de vida, me quitó la posibilidad de mirar mi abdomen y verlo abultado por un embarazo. También el cáncer me dio cosas. Me dio una menopausia precoz, una osteoporosis, sofocos y una herida psicológica que nunca se cerrará. También me dio una herida física en forma de cicatriz que parte mi barriga en dos. Pero a pesar de los pesares, a pesar del miedo, de la quimioterapia y del cansancio, el Cáncer me ha regalado cosas también. Me ha dado coraje para vivir, alegría por despertar cada dia, paciencia para aguantar, fuerza para ir a las revisiones, ganas de vivir, pasión en todo lo que hago. En TODO lo que hago. Ya sea mi trabajo como hacer la cama o freir un huevo. Me niego a ver esta experiencia de otra manera, no me queda mas remedio que dar testimonio de algo que ocurrió. Porque ocurrió. Y no hay un día que no lo recuerde. Porque es mío. Mi cáncer es mío. Y vino a mí por algo. Y se puede superar. Y sino mirame a mi, 16 años después, con mi pelo envuelto en una toalla y en pijama, escribiendo estas palabras.